Seva Corps
SUNIE: LA IMPORTANCIA DE ESCUCHAR PROFUNDAMENTE
Hay un Día Mundial del Escuchar. Este día fue establecido por el World Listening Project (WLP)1, una organización internacional sin fines de lucro dedicada a la promoción y comprensión del mundo y su entorno natural, sociedades y culturas a través de las prácticas de escucha y grabación de campo de paisajes sonoros (según lo establecido por el canadiense R. Murray Schafer2).
En Seva Corps creemos que es increíble tener un día del escuchar, ya que para nosotros, cada vez que hay una fecha de celebración, hay una necesidad descuidada. Y en este momento en que las redes sociales diseñan cada vez más la realidad social de una manera dirigida en forma específica, nos sentimos atraídos por la importancia de los versos de Guru Nanak sobre el escuchar profundo. De hecho, nunca ha tenido tanto sentido para nosotros.
Cada año, WLP propone un tema directriz para la colección de materiales sonoros de artistas, científicos y aficionados involucrados en el proyecto. El tema de este año es simplemente Escuchar a través de las fronteras. Según Alex Braidwood, presidente de la Organización, "estamos viviendo tiempos desafiadores en todo el mundo y oírnos a nosotros mismos y a los demás, con una pausa activa para la recepción, es algo que podría contribuir a este momento del mundo".
Como se mencionó, este día y este tema evocaron en nosotros lo que Guru Nanak Dev Ji ya trajo en el siglo XV. En el Japji, su principal composición, las estrofas 8, 9, 10 y 11 tratando sobre Sunié Sunjé significa, en traducción literal, escuchar profundamente o un escuchar que te hace darte cuenta del Universo. En Sunié no hay juicios ni intereses a no ser el de acceder a la plenitud de lo que le llega.
En traducción libre, algunos de estos versículos dicen que: "Escuchando, la realidad de la tierra y el cielo se revela. Escuchando, la muerte es superada. Escuchando, las bocas más negativas elogian. Escuchando, verdad y paciencia son obtenidas. Escuchando, los ciegos encuentran su camino. Escuchando, lo desconocido es comprendido".
En la Comunicación No Violenta se dice que el escuchar atento es un músculo que se entrena. Y que sin este músculo fortalecido no hay posibilidad de establecer un diálogo que acoja al todo, a sus necesidades, así como a las de los demás.
Sunié nunca ha sido más importante que en este momento histórico tan polarizado y lleno de dicotomías. Tan importante que el Papa Francisco, en su mensaje en el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales3, destacó la importancia de volver a reaprender a escuchar. "Oídos, los tenemos todos; pero a menudo incluso aquellos que poseen un oído perfecto, no pueden escuchar al otro. Porque hay una sordera interior, peor que la física. El verdadero domicilio de la escucha es el corazón. San Agustín invitaba a escuchar con el corazón, a aceptar las palabras, no exteriormente en sus oídos, sino espiritualmente en los corazones. Y san Francisco de Asís exhortó a sus hermanos a inclinar el oído del corazón".
Según el Papa, "en muchos diálogos, efectivamente no nos comunicamos; simplemente estamos esperando que el otro termine de hablar para hacer valer nuestro punto de vista. En estas situaciones, como observa el filósofo Abraham Kaplan, el diálogo no es más que un duólogo, es decir, un monólogo a dos voces".
Es por eso que participamos en esta propuesta de WLP enfatizando la importancia de la escucha verdadera, profunda y atenta. Y celebramos el escuchar compartiendo un extracto de una crónica del brasileño Rubem Alves4 en la que reflexiona sobre el arte de escuchar, que para él es el punto principal de Las mil y una noches:
"El oído es femenino, vacío que espera y acoge, que se deja ser penetrado. El hablar es masculino, algo que crece y penetra en los vacíos del alma. Según la antiquísima tradición, así fue que el Dios humano fue concebido: por el aliento poético del Verbo divino penetrando en los oídos encantados y acogedores de una virgen.
(…)
El amor vive en este sutil hilo de conversación, oscilando entre la boca y el oído. Es menester saber oír. Dar la bienvenida. Dejar que el otro entre en nosotros. Oir en silencio sin expulsarlo a través de argumentos y contra-razones. Nada más fatal contra el amor que la rápida respuesta. Sable que decapita. Hay personas muy mayores cuyas oídos siguen siendo virginales: nunca han sido penetrados. Y es necesario saber hablar. Hay ciertas oraciones que son una violación. Solo aquellos que saben guardar silencio y oyen, saben hablar. Y sobre todo los que se dedican al difícil arte de adivinar: adivinar los mundos dormidos que habitan los vacíos del otro".5
