Seva Corps
SEVA, UN CAMINO PARA CELEBRAR LA DIVERSIDAD

A lo largo del siglo pasado hasta los días de hoy se han establecido varias fechas conmemorativas. Y cada vez que se crea una fecha de celebración sirve como un recordatorio para poner el foco en un tema que todavía presenta aspectos a los que debemos prestar atención y resolver en la realidad que nos impregna.
En esta perspectiva, la UNESCO, en 2001, instituyó la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural, estipulando que la diversidad cultural es un patrimonio común de la humanidad. Desde entonces, hemos celebrado mundialmente el Día de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.
Pero, después de todo, ¿cuál es la importancia de tal celebración? ¿Cómo se conecta este tema con nosotros y el mundo a nuestro alrededor?
La importancia de la diversidad

A lo largo de la historia humana, durante muchos milenios, la diversidad no ha sido bien vista. Desde que la cultura de dominación narrada en los libros de historia se ha establecido en el mundo la diversidad ha venido siendo aniquilada. Esto implica que el mantenimiento del poder y el control sobre la lógica de lo que no encaja en la hegemonía no debe existir. Y de esta manera muchas culturas, seres, formas de existencia y vidas han sido exterminadas y moldeadas a los estándares durante muchos siglos. Y todos aquellos que no entregaron su cabeza pagaron con su existencia.
Pero si tomamos la naturaleza como punto de observación, sin diversidad no hay vida y experiencias que nos fortalezcan. La diversidad y la colaboración es lo que nos permite la vida con toda su potencia, tanto a nivel biológico como a nivel cultural.
Con las invasiones de los últimos 6 milenios, hemos visto una forma de vida cada vez más hegemónica extendida por todo el mundo, con el monoteísmo y el monocultivo como sus máximas. Una lógica donde un Dios y una religión pueden salvar seres y el cultivo de un alimento en gran medida puede matar el hambre del mundo.
Pero lo que vemos en realidad es que esta pasteurización es una falacia, porque donde hay vida, hay diversidad. Es por eso que el mundo de hoy, que atraviesa crisis climáticas y epidemiológicas y ve cada vez más amenazada la existencia humana, tiene la diversidad como una de sus principales agendas, así como el desafío de abordar estos temas en forma conjunta.
El ejemplo de Guru Nanak

Si miramos la historia podemos darnos cuenta de que ningún movimiento es lineal y unánime, como nos narra la historia oficial. Hubo personajes, prismas y relaciones diversas emprendidas a favor del derecho a existir desde lo diverso y lo alterno.
Cristo es quizás una de las figuras más famosas que han cuestionado el orden prevaleciente y defendido a las diversas minorías y singularidades como válidas y dignas. Y él lo hizo, sobre todo, desde la acogida y el servicio. Pero también tenemos otra figura que de manera amorosa e íntegra puso en jaque durante su vida y su vasta peregrinación, las formas únicas de ver y concebir la vida y la humanidad.
Guru Nanak Dev Ji, el primer Gurú Sikh, a finales del siglo XV al XVI tuvo la audacia de enfrentarse en una India feudal a las religiones y organizaciones sociales vigentes con afirmaciones como:
"No soy ni hombre ni mujer, ni soy sin sexo. Yo soy el pacífico cuya forma es autosuficiente, resplandor poderoso".
"No soy un niño ni un joven, ni un anciano; ni soy de ninguna casta".
"Acepta a todos los humanos como tus iguales, y deja que sean tu única secta".
Además de su frase más famosa: "No hay hindúes, ni musulmanes".
Guru Nanak viajó extensamente para difundir su creencia de que podemos encontrar la divinidad dentro de cada uno de nosotros a través de una vida virtuosa y un servicio desinteresado (seva). Fue un poeta, místico, filósofo y cantante que denunció el ritualismo, así como la discriminación contra las mujeres y de aquellas personas de menor nivel socioeconómico.
Guru Nanak era un defensor de lo que ahora llamamos alteridad, o sea la conciencia de que solo es posible percibirse a uno mismo en relación con la percepción del otro. Que sin jerarquía, por ejemplo, es posible percibir que una cultura es ajena al individuo en la misma medida que el ser es ajeno a esa cultura. Es decir, la destrucción del otro significa en última instancia la destrucción de uno mismo.
Por lo tanto la relación y el diálogo eran los propósitos principales de Guru Nanak, buscando relacionarse con todas y cada una de las diferencias existentes. Esta idealización de un espacio sin jerarquías sobre las diferencias ha ganado una forma institucional concreta en las comidas comunitarias (langar) instituidas por los Sikhs, donde independientemente de casta, credo, región, religión, idioma, todos se sientan juntos para compartir la comida en una congregación única en su diversidad (sangat). La comida está disponible de forma gratuita para todos.
Volviendo al principio

Para responder a las preguntas planteadas de salida en este texto es necesario un autoanálisis sobre la presencia de la diversidad en los contextos que experimentamos en nuestras vidas. ¿Qué tan diversa es nuestra familia, vecindario, círculo de amistad, ambiente de trabajo, lo que consumimos culturalmente? Y cuando la diversidad está presente, ¿qué tan representativa y ecuánime es?
La diversidad significa cosas diferentes para diferentes personas. Experimentar la diversidad en nuestra vida cotidiana significa tener una exposición a personas, culturas, tradiciones y prácticas diferentes de las nuestras. La diversidad cultural como cualidad de las diferentes culturas, a diferencia del monocultivo u homogeneización de las culturas, es fundamental para la producción de nuevos conocimientos y el avance de la sociedad en general. Vivimos en tiempos complejos donde se necesitan soluciones complejas y un enfoque único para todos ya no funciona más. Cada forma de vida es diferente y requiere de su propia estrategia de gestión para integrar eficazmente a las personas. "La diversidad es un viaje y, como cualquier viaje, requiere una navegación cuidadosa". ¹
Comience con lo básico (lo que no significa simple):
• Reconozca y nombre la incomodidad que los demás generan en ti y entiende que se trata de ti.
• busca crear y vivir en ambientes más diversos, relacionarte con los diferentes
• normaliza la inclusión en tu vida y en tus círculos.
• sirve indistintamente a las invitaciones que llaman a tu puerta. El servicio es el puente que nos conecta desde el corazón hasta lo desconocido.
Varios otros pasos son posibles. Estos son solo una primera inspiración para que podamos vivir en una sociedad más inclusiva, colaborativa y ecuánime.
